Pablo Lobos

proyecto social
Nuevamente, las catástrofes que de cuando en cuando toman por sorpresa a las ciudades chilenas dejan al descubierto su última capa: el frágil sustrato sobre el cual literalmente hemos construido nuestra realidad urbana. Durante abril terremotos e incendios sacudieron distintas regiones del país y removieron –crudamente– lo accesorio y perecible, quizá recordándonos el porqué del afecto por las estructuras pesadas y la mala fama que lo liviano tiene en nuestra cultura. ¿Y qué es lo que queda tras los incendios en ocho cerros de Valparaíso o luego de sucesivos terremotos en el norte de Chile? ¿dónde es viable reconstruir, dónde es apropiado refundar, dónde es necesario replantear?

Desde esa perspectiva, la revisión de las imágenes de barrios completos destruidos por el fuego en Valparaíso es dura y elocuente, y levanta varias preguntas respecto al rol social de los arquitectos y a su capacidad actual de moldear el mundo construido. Y una de esas preguntas, una que parece tan pertinente como trágica, se refiere a la urgente y deseable calidad de nuestras ruinas. Y probablemente –siguiendo el argumento de Brinckerhoff Jackson– ella apela también a la comprensión de la propia historia, marcada por ciclos y desapariciones.

proyecto social
En esa encrucijada es donde los arquitectos tendríamos un primer campo que cautelar, una urgencia inicial que se desplegaría en cada proyecto y que intentaría atender a la responsabilidad social inherente a la práctica arquitectónica: proveer la mejor ruina posible, en cuanto estructura capaz de constituirse en patrimonio (en el sentido más prosaico de la palabra) y por tanto ser capaz de persistir, al tiempo que posibilitar el cambio a lo largo de esa vida prolongada.

Tanto las ruinas en los cerros incendiados de Valparaíso como los barrios arruinados de Alto Hospicio en Iquique dan cuenta del rol clave que tiene el trazado urbano en la construcción de una buena ruina: desde la forma y tamaño de los sitios hasta la relación entre las redes viales y de infraestructura con la topografía. Más indeleble que muchos edificios, tras una catástrofe ese trazado podría ser el principal sobreviviente. La precisión de un trazo, incluso si sólo es una marca de tiza en el suelo, puede hacer la diferencia entre una ciudad capaz de capitalizar la más modesta de las inversiones y otra que no logra levantarse a pesar del mejor programa asistencialista posible de implementar.

Este número de ARQ intenta concentrar la mirada en esas decisiones, las más primarias de la forma arquitectónica, siguiendo el notable ejemplo de Fernando Castillo Velasco en Villa La Reina y haciendo eco de la importancia de esos elementos fundantes para la consolidación de ciudades (y sociedades) más justas, inclusivas y equitativas. Si hay una buena ruina, no todo está perdido, aunque esa ruina sea quizá solo una distancia o una dirección, marcada con cuidado en el suelo.

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Sumario
Dossier técnico ARQ
Editorial

Proyecto social / Patricio Mardones

Portafolio Galería AFA

Sobre estrellas y raíces / Rodrigo Arteaga

Lecturas, obras y proyectos

Bobi y la utopia del cinturón verde / Gloria Favi

Capillas para el Arzobispado de Santiago, Santiago, Chile / Baixas y Del Río Arquitectos

Urbanizando con tiza / Francisco Quintana

Casa MuReRe, Buenos Aires, Argentina / Adamo-Faiden Arquitectos

La vivienda, un problema de acceso al suelo / Rosanna Forray, María José Castillo

Conjunto Nueva Paniahue, Santa Cruz, Chile / Pablo De La Llera, Isabel Pedrals, Pablo Lobos

Arquitectura intergeneracional y espacio público / Sergio García, Pablo Martí

Centro de ocio, Guadalajara, España / Ábalos + Sentkiewicz Arquitectos

Capilla San Manuel de la Estrella, Pudahuel, Chile / Tomás Browne, Alberto Browne

De la casa al barrio / Margarita Greene, Felipe Link, Rodrigo Mora, Cristhian Figueroa

Residencial Parque Novo Santo Amaro V, São Paulo, Brasil / Vigliecca & Asociados

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La casa está ubicada en un terreno con una intrincada topografía que se encuentra a 35msnm y a 11 m. del borde, dentro del fundo La Boca en la playa de Tunquén. La dramática pendiente ocupada por una exuberante floración rocosa es comprendida desde la resignación ante una inevitable necesidad de construir planos habitables.

“Es así como la primera decisión se funda en el redibujo de las líneas de la topografía, evocándose la imagen de una estrella de mar que se abraza a la roca como si de ella succionara el caldo de proteínas que la anima y que con el espesor de su existencia transforma el frío en calor, en curva de vida a la errática rigidez de la piedra inerte”.

La casa es concebida como un volumen liviano, enteramente en madera de pino, asentada sobre un zócalo de hormigón que lo vincula al terreno rocoso.

Casa-en-Tunquen-02↑ Vista desde terraza.

Casa-en-Tunquen-08↑ Planta de emplazamiento.

Casa-en-Tunquen-09↑ Planta.

Por el exterior, se ha trabajado como una cáscara negra y continua, que ha sido recortada y despegada de la cubierta y del suelo en algunos puntos, para hacer aparecer los vanos de los ventanales y entradas de luz. No existen ventanas, apenas vanos. Por el contrario, los interiores son continuos y neutrales. La lechada blanca sobre el entablado de muros y cielo cumple la función de atrapar hasta el anochecer la iluminación natural en el interior; también delata la variedad de colores del Océano Pacífico, el crepúsculo o la misma vegetación, como elementos escenográficos en continuo movimiento y transformación.

«Se aborda el color y la textura como un tema arquitectónico a trabajar. La observación de la rompiente, con su binaria relación entre la espuma blanca que sacude la oscura roca se yuxtaponen con la presencia de los ennegrecidos y carbonizados chaguales en invierno. La fachada carbonada intenta exacerbar la oscuridad del enramado de litres, boldos, chagualillos y chaguales».

Casa-en-Tunquen-03↑ Vista interior espacios comunes.

Casa-en-Tunquen-04↑ Vista interior espacios comunes.

Casa-en-Tunquen-05↑ Vista interior espacios comunes.

Programáticamente, la casa se compone de una habitación de generosas dimensiones para los padres y dos más pequeñas para los hijos, que ceden su espacio a una gran sala común de encuentro y actividad. En ella la cocina, el comedor y un escritorio asomado sobre el living actúan como articuladores de los tres brazos de la planta, cuya independencia está dada justamente por la distancia entre las piezas ubicadas en los extremos de cada punta. En total, la casa se comprende 5 niveles distintos. Se utilizaron áridos y maderas de la zona inmediata y maderas recicladas de antiguas casas de Valparaíso en muebles de cocina, comedor y living.

Nos gusta pensar que existe cierta relación entre las alturas de estos nuevos espacios y las alturas de las casas y salones de donde provienen estas maderas.

Asimismo, la idea de cornisas, balaustros, guardapolvos y guardas a media altura –que van dibujando zócalos y divisiones en las paredes interiores de la casa– guardan cierta relación con los salones de principios de siglo. La casa se nutre de un sistema paneles solares y una bomba que extrae el agua de un pozo, la que cae por gravedad en el sistema de la casa; se trata de un sistema absolutamente autónomo. En el fundo La Boca no existe el tendido eléctrico. La potencia entregada por ambos sistemas, si bien es ampliable, pone al usuario en una posición de ascetismo que renuncia a los grandes consumos de energía de la ciudad.

«El chagual aparenta el carbón. Como los blancos postes de los bosques muertos en Coyhaique, pareciera que un lejano incendio oscureció su flor. Toda la flora guarda en su corteza los vestigios del pasado siniestro».

Casa-en-Tunquen-06↑ Vista interior habitación principal.

Casa-en-Tunquen-07↑ Vista desde terraza.

Casa-en-Tunquen-10↑ Corte AA / Corte BB / Corte escantillón CC.

1. Membrana asfáltica
2. Terciado 9 mm de espesor
3. Polietileno expandido 50 mm de espesor
4. Forro de acero 2 mm de espesor
5. Pino impregnado machihembrado
6. Distanciador de pino de 2 x 2”
7. Terciado 15 mm de espesor
8. Polietileno expandido 100 mm de espesor
9. Zócalo de hormigón armado, moldaje de tablas
10. Piso de pino machihembrado
11. Radier 10 cm de espesor

12. Ripio compactado 15 cm de espesor
13. Tierra compactada 30 cm de espesor
14. Porcelanato 50 x 50 cm
15. Radier afinado 12 cm de espesor
16. Ventanal termopanel 16 mm de espesor
17. Perfil de aluminio 50 x 50 x 1 mm
18. Ventanal de aluminio 1 mm de espesor
19. Cielo de pino machihembrado
20. Viga doble C 150 x 50 x 3 mm
21. Pino impregnado 2 x 6”
22. Pino msd 6 x 2”

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Publicado en

ARQ 84 | Estructuras de madera
Septiembre 2013

Ficha técnica

Arquitectos: Pablo Lobos, Branko
Pavlovic | Ubicación: Fundo La Boca Parcela 13C, Tunquén, Casablanca, Chile | Encargo: María Teresa Guzmán | Construcción: Pablos Lobos, Branko Pavlovic | Instalación sanitaria: Ciro González | Instalación eléctrica: Leonardo Araya | Sistema constructivo: estructura de madera de pino sobre zócalos de hormigón | Cerramientos: machihembrado en madera de pino impregnado y teñido negro | Cubiertas: membrana asfáltica | Terminaciones interiores: cielos y muros revestidos en machihembrado de pino con aguada de esmalte blanco; entablado de piso en machihembrado de pino; carpinterías de aluminio | Presupuesto: us$ 1.005/m2; uf 22/m2 | Superficie de terreno: 5.200 m² | Superficie construida: 177 m² | Año de proyecto: 2011 | Año de construcción: 2012 | Fotografías: Felipe Fontecilla.

Proyecto a presentarse en

Casabella: Architects Under 30

estructuras de madera
Pocas obras recogen con tanta densidad y elocuencia la rara cualidad multiescalar de la madera –reconocida por Fernando Pérez en la conferencia ‘Desde la madera’ con que se inauguró el año académico del Magíster en Arquitectura de la UC– como el Cabanon de Le Corbusier. Construido como apéndice de un pequeño bar costero, a metros de la célebre casa de Eileen Gray en Cap Martin, el Cabanon es tan edificio como mueble, y condensa toda la complejidad que las escalas de la madera plantean.

¿Cómo abordar la madera desde una perspectiva contemporánea? Dejando de lado los atributos que la hacen tan atractiva para los promotores de la hoy ineludible sostenibilidad (bajo un manejo adecuado, la madera es un recurso renovable, biodegradable y reciclable) la hipótesis que esta edición plantea es que, quizá, y justamente gracias a esta versatilidad escalar, la madera ofrecería la rara oportunidad de resolver el proyecto de arquitectura con igual contundencia tanto en los frentes que plantea la construcción y la ingeniería como en los asuntos de la cualidad atmosférica y sensorial del espacio.

estructuras de madera
Este número de ARQ se detiene particularmente en proyectos y artículos que dan cuenta, simultáneamente, de esa doble escala de la madera. Por una parte, se trata de una materia capaz de desplegar una notable potencia estructural, en algunos casos llegando al punto de las grandes luces y de la edificación en mediana altura. En el otro extremo, la madera aparece como fértil terreno para el desarrollo del detalle, gracias a su condición táctil –en cuanto materia sensual, liviana y cercana en su medida a la mano– y sus propiedades plásticas: cálida, colorida, aromática, moldeable, precisa. Lo interesante es que esta combinación escalar puede existir desde la economía de medios materiales y usando tecnologías de bajo impacto, como en el notable ejemplo de la casa Cúpula de Buckminster Fuller, presentada lúcidamente en el ensayo que abre este número.

Dos proyectos de título ejemplifican caminos de desarrollo que, desde el prototipo constructivo o el proyecto edilicio, exploran las posibilidades expresivas y estructurales de la madera y que, al igual que la bóveda de lamelas o el conjunto de viviendas en Constitución, plantean un uso del material capaz de abordar magnitudes de orden mayor.

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Sumario

Editorial. Estructuras de madera / Patricio Mardones

Portafolio Galería AFA

Resistencia local / gt2p

Lecturas, obras y proyectos

Casa Cúpula en Carbondale, Illinois. R. B. Fuller, 1960 / Miguel de Lózar de la Viña

Casa Unamuno, Las Condes, Chile / Cecilia Puga

Cuba de madera, San Diego Sur, San Clemente, Chile / María Francisca Navarro

Emergencia y permanencia. Un caso de investigación aplicada y prototipo / John Saffery Gubbins, Juan Ignacio Baixas Figueras

Proyecto Villa Verde, Constitución, Chile / Elemental

Casa Gago, San Pedro De La Paz, Chile / Pezo Von Ellrichshausen

Casa en Tunquén, Casablanca, Chile / Pablo Lobos, Branko Pavlovic

Casa Pantalón, San Felipe, Chile / Eduardo Castillo

El potencial de la madera como elemento estructural / Enzo Valladares Pagliotti

Hotel Slowhorse, Piancavallo, Italia / Stefano Pujatti

Un edificio híbrido, Valparaíso, Chile / Claudio Viñuela

Construcciones de madera compuestas para cerramientos autoportantes / Khaled Saleh Pascha

Noticias de la Facultad
Dossier técnico ARQ

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