Este singular ejemplo da cuenta, sin embargo, de una idea mucho más extendida: que las estructuras habitables pueden no estar destinadas a perdurar, cuestionando así la noción de que la arquitectura se define por su permanencia. Hablamos de aquellas estructuras que –como las carpas que Semper proponía como el origen de la arquitectura– se plantean con una temporalidad limitada, pudiendo ser desmanteladas y removidas, pero permaneciendo listas para ser nuevamente instaladas.
Esta idea implica una redefinición de fondo. Porque si el proyecto de arquitectura busca prever la forma final y diseñar detalles que permitan que la construcción resista la intemperie y perdure en el tiempo, las estructuras desmontables implican una preocupación adicional por la reversibilidad del proceso, exigiendo al menos una definición ampliada del alcance de un proyecto. La reciente insistencia sobre estas arquitecturas y los diversos caminos de exploración que abren, se presentan en esta edición a través de un dossier con 12 ejemplos de distintas escalas y procedencias.
Boltanski y Chiapello argumentaban en 1999 que la mutación más reciente del capitalismo consistía precisamente en haberse adueñado de los ideales de emancipación y libertad que los jóvenes del ‘68 habían levantado como bandera de lucha. Así, podríamos leer el revival de las arquitecturas de los sesenta –y sus estructuras desmontables– como representaciones de la ductilidad del nuevo capitalismo. Pero también podríamos entender la reciente avalancha global de arquitecturas temporales como una reacción al adjetivo ‘atemporal’ con el que algunas prácticas contemporáneas justifican sus proyectos.
Sin ánimo de resolver esta interrogante, y siguiendo a Price, en este número de ARQ nos preguntamos por las estructuras desmontables simplemente por la curiosidad que nos genera su resurgimiento en el contexto actual. Pero si esa misma curiosidad juvenil por entender es la que llevó a las vanguardias a desmontar estructuras y supuestos existentes, renovando y vitalizando el discurso de la arquitectura, ¿no deberíamos estar constantemente desmontando estructuras para entenderlas, cuestionarlas, y así vitalizar nuestra disciplina? Obviamente no tenemos la respuesta, pero a punto de cumplir 35 años, y ya con 90 ediciones, en ARQ mantenemos intacta la curiosidad para hacernos estas y otras preguntas.
Extracto de la editorial.
Disponible
$12.550
Montaje Expo Milán 2015 / Andrea Ferro
Desmontando estructuras / Francisco Díaz
Reversibility / Rahul Mehrotra, Felipe Vera
Patrimonio desmontable / Elvira Pérez
Trayectorias de un panel / Pedro Alonso, Hugo Palmarola
Las pirámides de arena / Tania Tovar
Del Fun Palace al Generator / José Hernández
Estructuras desmontables / Varios autores
Humanidade 2012 / Carla Juaçaba
Pabellón 120/Valparaíso / Sebastián Irarrázaval
La re-creación del hábitat como coproducción del cuerpo y el mundo / Matías Garretón
Prisioneros involuntarios de la arquitectura chilena / Benjamín Gallegos, Agustina Labarca